Los veranos son largos. Demasiado largos. La monotonía de los cielos claros y despejados de nubes aburren a los aficionados a la fotografía. Todos los días son iguales. Día tras día. Tan solo los cúmulos de tarde y las ocasionales tormentas alegran la vista de vez en cuando.
Pero todo acaba. Por suerte. Ahora llegan las nubes cargadas de humedad y matices de grises. Por fin llega el otoño, y con él las esperadas lluvias.
Los cielos blanquecinos del mediodía, mortecinos, dan paso a un espectáculo de nubes yendo y viniendo.
El final del verano también avisó de que se avecinaban cambios, tan solo había que estar preparado para captar el mensaje.
Os dejo una última foto. Es de una supercélula que recorrió la sierra de Guadarrama el 10 de octubre del 2012. Todo un espectáculo de resplandores y formaciones nubosas...
Excelentes imágenes Javier!!!
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ResponderEliminarGracias Javier, no tan buenas como las tuyas pero.... todo se andará.. je je je
ResponderEliminarespero que la foto del arcoiris me resulte familiar...jejej
ResponderEliminarbonitas fotos