21 de noviembre de 2010

ESCALADA EN HIELO EN PINETA. CASCADA MARIAJO A LAS TRES MARIAS


      De todas las vías de escalada en hielo que he podido ascender en el Pirineo hay una de la que guardo un recuerdo especial y la mantengo en mi mente como una de las mejores escaladas que he realizado. Desde luego que no es de las más difíciles del Pirineo (cada uno tiene el nivel que tiene…), pero detrás de esa cascada hay años de ilusiones y motivaciones que hacían que cada vez que visitábamos Bielsa detuviéramos el coche en el arcén y mirásemos hacia lo alto para ver si estaba en condiciones. Escalar en el sector de las Tres Marías era lo más potente que se podía hacer en la zona. Recuerdo aquellos viajes con Rubén Prendes, Sepu y otros colegas y siempre buscábamos las cascadas allí en lo alto. Muchas veces ni siquiera las podíamos ver porque el primer día llegabas de noche, el segundo madrugabas y volvías otra vez de noche al refugio y con suerte las veíamos el último día. Pero siempre estábamos pendientes de ellas. 

Iñaki Garay en el segundo largo de Mariajo

     La cascada se llama Mariajo (150m 5 IV) y se encuentra en la zona de Tres Marías del valle de Pineta y se trata de una de las mejores cascadas del Pirineo. Fue abierta por Manuel Ansón y Chiro López en el año 1999 . Sepu tuvo la suerte de abrir un mes más tarde las tres cascadas que se encuentran a su izquierda "El Mago de Pineta",  “Helada Madrina” y “Millenium”, pero para mí tuvieron que pasar unos años más hasta que pude subir a esa zona.


     En el primer intento con Iñaki Garay “Kiri” empleamos la estrategia que se daba por sentado que había que hacer; subir con la tienda para estar un par de días por allí y escalar la ruta. Sabíamos del gran peligro de avalanchas de la aproximación y quisimos ir a mediados del mes de diciembre del 2004 para evitar las grandes acumulaciones de nieve. La meteo daba un empeoramiento del tiempo, pero nos planteábamos que si dejábamos pasar la oportunidad llegarían los frentes de invierno y sería muy difícil intentar subir hasta allí. El acceso a la cascada es bastante complicado y enrevesado en algún punto, pero sobre todo peligroso si hay mucha nieve. Pese a que no había mucha tuvimos que pasar varias placas de viento que nos hacían elegir con mucha atención muy bien por donde pisábamos. La meto empeoraba por momentos.  A nosotros nos costó más de 5 horas llegar al emplazamiento de la tienda, a 2.200 metros de altura. Os podéis imaginar la paliza que nos dimos cargando con todos los trastos de escalada, saco, tienda, comida, por un terreno desconocido para nosotros, haciendo pequeñas trepadas y todo ello salvando un desnivel de más de 1.000 metros. Pudimos montar la tienda antes de que nos alcanzara el vendaval que se avecinaba. La noche la pasamos medio en vela intentando sujetar la tienda para que no se la llevara el vendaval. Al día siguiente amainó un poco el viento, pero la previsión meteorológica decía que iría a peor. Por la mañana nos acercamos a la base de las cascadas (a unos 20 minutos de la tienda) con intención de escalar, pero una placa de viento nos hizo desistir del intento. Kiri no estaba muy conforme con la retirada (es vasco y ya se sabe lo duros que son estos tíos…) pero no estaba el horno para bollos con aquel vendaval, las nevadas que se avecinaban, las placas que viento que ya habíamos pasado y el ambiente gélido e inhóspito del lugar. Por la tarde, ya en el refugio, pudimos comprobar cómo el temporal de nieve y viento azotaba la zona, así que la elección fue la acertada.

Javier Urbón en el último largo

      Un mes después regresé al lugar con Javier Tejero y Felipe Valverde. Cambiamos de estrategia. Con la paliza de intento anterior ya tenía claro que había que ir ligero y hacer toda la actividad en el día. Esta vez pudimos hacer la aproximación en tres horas y media. Escalamos la vía Helada Madrina (110m 4+ IV), bastante más asequible que la Mariajo, pero nos sirvió para matizar todo para la próxima visita.

     Por fin una semana después Kiri y yo decidimos volver a intentar la escalada. Esta vez se unió al grupo Curro, nos vino bien repartir el peso y el esfuerzo de abrir huella. En esta ocasión tardamos tres horas escasas en llegar a pie de vía. El día era perfecto para escalar, sin viento, despejado y con un frío soportable.
Una vez debajo de ella y ves la verticalidad del último largo te da cierto miedo, la verdad es que impone bastante. El primer largo es muy fácil, se lo dejamos a Curro González. El segundo largo sería para Kiri, un auténtico alpinista todoterreno, tiene más cascadas escaladas en Gavarnie que todos mis colegas juntos, y el último me tocaba a mi, que ese año estaba más rodado que ellos y andaba con una motivación extra por lo que ya os he contado. 

Javier Urbón en el último largo
      
     La cosa es que cuando te pones debajo de la cascada te entran las dudas, la risa floja, por no decir otra cosa, y deseas que alguno más valiente diga “tío déjame el último largo”. Pero me da que los tres estábamos en la misma situación. Subiendo de segundo el primer largo me dio en los morros un pedazo de hielo que me hizo sangrar el labio. Al llegar a la reunión me salio del alma decirle a Kiritío, joder que ostia me ha dado el pedazo de hielo, no sé cómo voy a estar para mi largo”, por suerte Kiri no me hizo ni puñetero caso y dejamos las cosas como estaban, no me libraba de hacer mi largo. Kiri escaló su largo, montó reunión en una especie de cueva de hielo y por fin tocaba mi turno. Salir de la cueva de hielo y montarme sobre ese muro totalmente vertical, con una sensación de vacio y verticalidad abrumadora, y en aquel remoto lugar, fue un momento para recordar. Por fin pude escalar esta cascada que llevaba años persiguiendo y que me dejó uno de los mejores recuerdos que tengo escalando.

Javi y Kiri

CONSEJOS PRÁCTICOS




APROXIMACION:  El Refugio de Ronatiza-Pineta será nuestro punto de salida, al cual llegaremos desde Bielsa por la carretera que da acceso al Parador de Monte Perdido, a unos 12 Km. Las cascadas del sector de Tres Marías tienen una aproximación compleja, y no es raro perderse.
   Desde el refugio de Pineta tomar GR 11 que nos conduce al collado de Añisclo, a unos 45’ llegaremos al barranco  de Castiecho.  A partir de aquí tenemos dos opciones; remontar el barranco por su margen izquierda buscando el mejor paso posible para cruzar la primera barrera rocosa, luego mantener el camino pegados a la izquierda salvando pequeños resaltes hasta llegar a la pala superior. Desde aquí atravesar a la izquierda hasta un collado desde donde ya se ven las cascadas. La otra opción es cruzar el arroyo y, al adentrarnos en el bosque, subir lo mejor que se pueda por él hasta que cruzamos dos pequeñas barranqueras (neveros) que nos van conduciendo a una terraza que cruza de derecha a izquierda la primera barrera rocosa por su mitad,  hasta llegar a la margen izquierda,  por donde enlazamos el otro camino. De 3 a 5 horas dependiendo de la nieve.
Es imprescindible prestar mucha atención al peligro de aludes, ya que es una zona muy propensa a ellos. Informarse en el refugio de Pineta.

MATERIAL: 
   Cuerdas de 60m 12 tornillos de hielo. No hacen falta ni clavos ni friends. Cordinos para montar avalakovs.
DONDE DORMIR: El alojamiento habitual es el Refugio de Pineta, en él podremos encontrar abundante información sobre las cascadas. Tlf. 974 501 203. www.fam.es/comites/refugios/refugiopineta.htm
En el pueblo de Bielsa encontraremos hoteles, hostales y fondas. 
MÁS INFORMACIÓN
    Revista Campo Base nº 14
    Cuadernos Técnicos Barrabés nº 5
    Revista Desnivel nº 244
    Guía de escalada en hielo de los valles de Bielsa. Iñaki Cabo. 
    Para informarse sobre las condiciones: www.infohielo.com,   www.guiasdetorla.com  www.remi-thivel.com
La mejor fuente de información es la que proporciona los guardas del refugio; Kique y Jaime.


Vía escalada el 16 de enero de 2005 por Curro González, Iñaki Garay y Javier Urbón

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Comenta lo que quieras...