27 de noviembre de 2012

Alfonso Vizán y Le Fil a Plom. Chamonix

Alfonso Vizán
         De todas las personas con las que he tenido la suerte de compartir cuerda hay una de la que siempre me acordaré especialmente. Alfonso Vizán era una persona especial, aparte de ser un alpinista excepcional,  como pocos hemos tenido en España, era un personaje que destilaba un magnetismo que rodeaba todo lo que tenía alrededor. Tenía algo, que no sabría describir, que hacía que a todo el mundo le resultara entrañable, cercano. Alfonso tenía un don especial; se hacía querer con tan solo intercambiar unas palabras con él, a partir de ahí ya te sentías como un amigo suyo de toda la vida. Su filosofía del alpinismo era clara, se refleja en esta entrevista http://desnivel.com/personajes/alfonso-vizan-el-alpinismo-profundo . Vizán era descuidado con la ropa y el material, no en el sentido de no cuidar sus cosas, sino en el sentido de que no le daba demasiada importancia al material que llevaba, podría haber estado patrocinado por grandes marcas, renovando su material constantemente, pero él no entraba en ese juego. A él le preocupaban otras cosas, como la técnica, el control mental en sus escaladas, buscando sus propios límites, o la pureza de sus actividades, sin spits ni remontes mecánicos que facilitaran las cosas. Recuerdo una anécdota con el material: en una semana de esquí en Formigal él se quedó prendado de mi chaqueta de goretex tres capas comprada en Amadablam, yo de sus esquís de travesía. Hicimos una apuesta tonta en la que el ganador se quedaría con el equipo del otro. Gané yo, evidentemente no me quedé con su equipo de travesía. Pero ello da una imágen del tema del material ¿cómo era posible que yo, que me iniciaba en el alpinismo de cierta dificultad, tuviera mejor ropa que Alfonso, que llevaba un porrón de años en la élite del alpinismo español, subiéndose por todos los lados en escaladas extremas y comprometidas? Él era así. En esta misma escalada  de "Le Fil a Plom" le dejé una de mis mochilas porque estaba mejor que la que él llevaba.
Tras su muerte se escribió un libro en su memoria que reflejaba su filosofía de vida; http://www.libreriadesnivel.com/libros/alfonso-vizan-un-pirata-en-la-montana/9788496192591/
Por mi parte escribí un relato en su memoria y en la de otros dos seres queridos que fallecieron por aquellas fechas, lo publiqué en el blog; http://urboneti.blogspot.com.es/2010/08/la-muerte-anoche-quiso-mancharme-de.html 
Vizán dejo un gran hueco en el alpinismo español, pero más grande fue el vacío que dejó entre los que le conocimos.


        A finales de noviembre de 1997 nos fuimos para Chamonix a escalar. Vizán tenía claro el objetivo y la fecha, según él era una época perfecta para escalar, todavía con poca nieve pero con el frío suficiente para que se empezaran a montar las vías alpinas. Y como no podía ser de otra manera en un escalador que había escalado montones de vías en el macizo del Mont Blanc, acertó. 

Alberto Sepúlveda "Sepu" en una reunión del inicio

      La vía elegida fue "Le Fil a Plom" (MD+ IV/5- 700m), en el Rognon du Plan, a la izquierda de la Aguille du Midi. Sepu y Chemari hicieron cordada juntos y yo escalé con Alfonso. La vía estaba en buenas condiciones, toda en hielo. Hay veces que el tramo clave tiene pasos de mixto en la entrada.

Chemari asegura a Sepu
      Según la filosofía de Alfonso había que hacer el recorrido andando hasta la base de la vía, sin utilizar la estación intermedia del teleférico de L´Aguille du Midi. Así que nos subimos a dormir al refugio de la estación intermedia y al día siguiente madrugamos para hacer la vía en el día.

Alfonso Vizán
        Para entrar en las palas iniciales hay que atravesar el glaciar y buscar el mejor paso para cruzar la rimaya. La vía es larga pero no muy difícil, exceptuando el largo clave, que se pone muy tieso, quizás a 90º en algún tramo. Las reuniones suelen estar montadas, no sé cómo estarán ahora. La vía exige escalar en ensamble algunos tramos fáciles si no quieres que te pille la noche. A nosotros nos pilló saliendo a la arista final.

Alfonso y yo
      De la salida de la vía hay que ir a la derecha en busca de la arista que baja de la estación del teleférico de L´Aguille du Midi, y de ahí, bajo la nevada, nosotros fuimos a dormir al "Abri Simond", que es una pequeña cabaña de chapa que se utiliza cuando los Cósmicos está cerrado. Allí, derrotados pero contentos, cenamos algo y nos envolvimos en las mantas, ya que no llevábamos saco de dormir por el tema de evitar el peso.

Javi, Chemari y Alfonso
La vía pasa por la cascada del centro y sale luego a su izquierda


Vía escalada a finales de noviembre de 1997 por Alberto Sepúlveda "Sepu", José María Andrés "Chemari", Alfonso Vizán y Javier Urbón

6 comentarios:

  1. Alfonso Vizán... un magnífico alpinista con el que pude compartir solo algunos encuentros... muy a mi pesar... porque no tuvo oportunidad de completar su camino... y a mí me hubiera gustado compartirlo.
    Visión clara, actitud tranquila y facilidad para manejarse en montaña... la misma que para escribir sus pensamientos.
    Recuerdo una frase suya... "No se debería perder a nadie a quien no se ha querido lo suficiente".

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  2. Una frase un tanto melancólica Carlos. Creo que somos unos cuantos a los que nos hubiera gustado escalar más con él. Un saludo.

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  3. He leído con detenimiento este artículo que trata de Alfonso Vizán, persona a la que no conocí, pero por referencias de las cosas que leí sobre él, llevaba un tiempo con la inquietud de conocer algo más de su trayectoria personal. Te agradezco que hayas escrito este artículo y que de esta manera nos hayas acercado un poco a su manera de ser y ver el alpinismo.
    Saludos. David.E.Resino

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  4. Gracias David. Si no has leido el libro "Un pirata en la montaña" allí tienes mucha información sobre él. Te lo recomiendo.
    Un saludo

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  5. Fui buen amigo de Alfonso Vizán y lo recuerdo como uno de los tipos más especiales que he conocido en toda mi vida. Compartimos mucho tiempo en los años 1985 y 1986. Con él siempre se estaba en otro mundo, más bello, más limpio, más puro. Era extremadamente inteligente, descuidado en su aspecto, relajado, sonriente, tranquilo, bueno.. Hablé con él un año antes de su muerte, para gran alegría de ambos, y quedamos en vernos para jugar al frontón. Lo fuimos dejando y ya nunca más pudimos vernos. No sabéis cuánto le echo de menos, pero afortunadamente llevo parte de él, como todos los que le conocimos. José Luis Monleón

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